Posturas invertidas {los días de la regla} controversia y propuestas
Basta que te digan que no puedas hacerlas para que lo estés deseando, pero normalmente se considera que es mejor evitar las posturas invertidas durante los días de sangrado menstrual. Durante el resto del ciclo, son las posturas que deberías practicar incluso cuando no practicas ninguna otra; revitalizan el organismo, y son esenciales para mantener el equilibrio del sistema hormonal.
¿Cuáles son los argumentos en torno a la práctica de estas posturas los días de la regla?
sí... pero no
Como os comentaba en el artículo sobre cómo enfocar la práctica cuando tienes la regla en una clase abierta, la cuestión sobre las posturas invertidas los días de sangrado sigue siendo controvertida. La aproximación tradicional dice que es mejor evitarlas. Sin embargo he leído también algunos artículos médicos recientes donde indican que no hay ningún problema para hacerlas y que cada mujer debería escucharse y actuar en consecuencia. Sin embargo, se curan en salud con frases del tipo “es posible que lo más sabio sea evitar este tipo de posturas, pero...” o “como regla general vas a preferir no hacerlas - pero tú hazlas que no pasa nada...”, “no estamos seguros pero...”.
En otras ocasiones, invitan a practicarlas, solo con un "pero": "pero solo durante unas pocas respiraciones". Genial.
La cuestión es: con la cantidad de posturas interesantes que hay para hacer, y teniendo en cuenta que la idea es practicar todo tipo de invertidas durante el resto del ciclo, ¿para qué voy a subirme a Sirsasana para unas cuantas respiraciones y bajar a toda prisa por miedo a que al final encima no sea bueno para mi salud?
Y por otro lado... ¿cuántas son "unas pocas respiraciones"? ¿Diez? ¿Tres? ¿Cuarenta?
Por qué se desaconsejan
Estoy de acuerdo en cuanto a que cada una debe tomar su decisión y ver qué le sienta mejor, pero no puedo evitar pensar que si quienes escriben estos artículos tuvieran claro que las invertidas durante la regla no causan ningún tipo de problema, serían menos ambiguos.
Además, influye también el tipo de práctica que tengas. Si acostumbras a estar en invertidas como Salamba Sarvangasana durante 25 respiraciones, o si intentas quedarte más rato en ella y practicar sus variaciones durante 10 minutos, no es lo mismo. Evidente.
Igual que si estás en un taller intensivo, tienes la regla pero te ves con fuerzas de probar una postura determinada un momento para entender una explicación y después bajar, lo haces y ya está. Hay cosas que son de sentido común.
Desde el punto de vista de la anatomía del yoga y el ayurveda, las posturas invertidas no son convenientes durante la regla por una cuestión energética. En ellas se invierte el fluir descendente de la sangre menstrual. Al invertirse, se retiene. Traducido a la medicina occidental; la sangre fluiría en la dirección opuesta, hacia dentro. Esto podría detener o perturbar el flujo menstrual. A largo plazo, podría generar problemas en los órganos reproductivos.
Hasta hace poco estaba extendida la idea de que esto podría causar endometriosis, quistes y fibromas. Y, en consecuencia, problemas de fertilidad. Aunque ahora esta teoría se está descartando, no sé si alguna tiene ganas de probarlo.
Otra de las razones que se dan para no practicar invertidas en los días de la regla es que en estas posturas el útero es empujado hacia la cabeza. Esto podría causar un estiramiento excesivo en los ligamentos del útero, provocando un colapso parcial de las venas, y invitar a las arterias abiertas a continuar expulsando sangre. Podría provocar una congestión vascular y aumentar el sangrado.
En ambos casos, esto afectaría especialmente a las mujeres que mantienen estas posturas durante periodos de tiempo prolongados.
Por otro lado, las posturas invertidas son posturas que demandan cierta fuerza y niveles de energía. Muchas veces nos sentimos cansadas y más débiles los días de la regla, especialmente los dos primeros. Estas posturas nos revitalizan el resto de los días del ciclo. Sin embargo pueden causar una mayor sensación de fatiga para el resto del día si se practican durante la regla.
Sin embargo, hay mujeres que no se sienten especialmente fatigadas los días de la regla. Así que volvemos a la idea de que no hay una regla estricta para todas nosotras.
escucha tu cuerpo · explora · yoga
Cada una debe escucharse y decidir qué enfoque quiere dar a su práctica. La cuestión es si somos capaces de escucharnos de verdad. Porque no tenemos una voz dentro nada más. Son muchas voces. Y muchas de ellas van a gritar, pero, ¿cómo que no puedo hacer Sirsasana? ¿Cómo que no puedo hacer algo porque tengo la regla? Demasiados siglos de prohibiciones. Demasiado tiempo escuchando que somos más débiles que los hombres. Que no podemos hacer esto, que no podemos hacer lo otro.
Eso crea en nosotras una tendencia: la de llevar nuestros cuerpos más allá de sus límites. En otros momentos del ciclo nuestra capacidad de hacer mil cosas al mismo tiempo deja alucinado a cualquier tío que sea mínimamente honesto consigo mismo. ¿Por qué intentar hacer las cosas del mismo modo los días que estamos con menos energía? Como el cuerpo aguanta, vamos por la vida a matacaballo, y la menstruación se vuelve en contra nuestro. Y acaba siendo una pesadilla.
Para decidir, primero hay que conocer. Hay que tener información. Si estamos en una clase y todo el mundo hace Sirsasana y nosotras no, nos parece que nos estamos perdiendo algo. Sin embargo, si conoces y practicas otras posturas y secuencias especiales para esos días, el punto de vista cambia. Porque sientes sus beneficios hasta la última célula de tu cuerpo.
Así que hazte preguntas a ti misma. Escúchate. Explora. PRACTICA.
Y si no tienes ganas de reinventar la rueda, hay una serie de secuencias especialmente diseñadas para los días de sangrado.
Si quieres saber más sobre ellas, clica aquí.
{Sirsasana es la postura sobre la cabeza. // Salamba Sarvangasana es la postura sobre los hombros.}