:: Del revés :: 13+1 beneficios de la práctica de invertidas {en las prácticas para mujeres}
Las posturas invertidas son una de las particularidades que tiene la práctica de yoga. En muy pocas otras disciplinas o deportes encuentras este tipo de posturas en las que el cuerpo se pone completamente del revés.
¿Por qué los yoguis nos empeñamos en desafiar la gravedad?
Practicar posturas invertidas:
Mejora la circulación de la sangre: las posturas invertidas aumentan el flujo de sangre hacia el cerebro, llevándole más oxígeno y nutrientes y mejorando su funcionamiento. Esto estimula las glándulas pituitaria y pineal, mejorando así la memoria, la capacidad de concentración y observación, y proporcionan claridad mental. Particularmente, Sirsasana.
Entretanto, Salamba Sarvangasana y Halasana, mantienen sanas las glándulas tiroides y paratiroides, responsables de regular diversos órganos vitales así como el sistema endocrino y hormonal. En ellas los pulmones y el corazón se expanden y se benefician del aumento del flujo de sangre en la zona.
Al mejorar la circulación de la sangre, la piel se regenera, previniendo la formación de arrugas. Se dice que desafían el paso del tiempo.
Contribuyen a mejorar tu postura. Las posturas invertidas fortalecen los brazos, torso y la zona lumbar, y alivian los dolores de espalda.
Estimulan el sistema inmunitario y el linfático.
Equilibran el sistema nervioso; calman la inestabilidad emocional y aplacan los síntomas del estrés.
Su práctica regular es un antídoto contra el insomnio.
Reducen la fatiga mental y física.
Proporcionan vitalidad y fortalecen el organismo. Se recomiendan por ello a personas que están recuperándose de alguna enfermedad.
Aumentan el deseo y el vigor sexual.
Son efectivas para un buen funcionamiento digestivo.
En sus variaciones activas, contribuyen a mantener el cuerpo caliente.
Y además, sobre todo las posturas invertidas de equilibrio de brazos, ¡son super divertidas! Te animan y te ponen de buen rollo. ¿Qué más quieres?
Teniendo en cuenta todos estos beneficios, es una lástima que normalmente se les dedique tan poco tiempo en las clases de yoga. Por lo general, salvo que sea un taller específicamente dedicado a las posturas invertidas, normalmente se hacen al final de la clase, y casi nunca se dedica tiempo a explorarlas en detalle.
En las prácticas específicas para mujeres, estas posturas están muy presentes. Se practican en sus variantes más típicas, pero también en un sinnúmero de variaciones. Para lograr que sus efectos a nivel hormonal y muscular sean más consistentes, es mejor mantenerlas durante periodos prolongados. Por eso en estas prácticas se incorporan también variaciones reconstituyentes y variaciones con soportes. De este modo puedes permanecer en ellas durante más tiempo sin fatigarte.
¿Por qué se insiste en las invertidas en las prácticas para mujeres?
Equilibran el sistema hormonal.
Contribuyen a aplacar los síntomas del síndrome premenstrual.
Hacen que los sofocos disminuyan en intensidad y frecuencia.
Ayudan a recolocar el útero en casos de prolapso o desplazamiento uterino.
Algunas de sus variaciones específicas ayudan en el tratamiento de endometriosis, quistes en los ovarios y fibromas uterinos.
Son las posturas ideales para retomar una práctica más dinámica tras los días de sangrado y ayudar a que todo el sistema reproductivo se recupere.
Ayudan a regular el ciclo.
Contribuyen a la salud del sistema reproductivo. Previenen y sirven para tratar y problemas de fertilidad.
Su práctica suaviza los síntomas de la menopausia. Practicarlas de forma habitual en los años previos, contribuye a una perimenopausia-menopausia saludable.
Si sufres retrasos, dismenorrea o amenorrea, son prácticas que te pueden ayudar a sanar tu ritmo cíclico.
En determinadas variaciones, toda la región abdominal y perineal se tonifica. Ayudan a recolocar el útero y la vejiga. Previenen y sirven como remedio a la incontinencia.
Son las posturas que más contribuyen a estimular la salud ósea. Practicándolas se evita la descalcificación.
Seguro que me dejo algo en el tintero… Pero entretanto, me voy a hacer un rato Sirsasana.
Mientras, puedes echar un vistazo a los intensivos que te propongo. En ellos puedes aprender a practicar de forma segura muchas de las variaciones dinámicas y reconstituyentes de las posturas invertidas. Vete a yoga & ciclo menstrual si aún tienes la menstruación y a yoga & menopausia si estás viviendo esta época de cambio.
¡Prepárate para ponerte del revés!
{Sirsasana es la postura sobre la cabeza. // Salamba Sarvangasana es la postura sobre los hombros.// Halasana es el arado.// Otras posturas invertidas son Pincha Mayurasana (el escorpión) y Adho Mukha Vrksasana (el pino).}